“Hay una disociación entre el mercado y la comunicación del gobierno. Vemos al mercado muy preocupado por el esquema cambiario que se aplicará a partir del acuerdo con el FMI, siendo esta la gran inquietud sobre la evolución del tipo de cambio, el esquema monetario y su implementación tras el acuerdo.”
“La comunicación del gobierno está enfocada casi exclusivamente en el monto de dólares que recibirá, apostando a eso para calmar los temores. En las últimas semanas, cada uno de los anuncios del ministro Luis Caputo se focalizó en hablar sobre la cifra a recibir y el primer desembolso.”
“Desde comienzos de año, hubo múltiples señales de parte de inversores y ahorristas que muestran consenso sobre el atraso del tipo de cambio en Argentina. Hay indicadores en todos los sectores que evidencian esta situación.”
“Aunque hubo un acercamiento con el FMI, el gobierno no ha dado ningún catalizador positivo para el mercado en estos meses. En una entrevista reciente, Caputo intentó despejar los primeros brotes de nerviosismo, pero terminó alimentando aún más la desconfianza. Cuando el periodista Antonio Laje le preguntó sobre el esquema cambiario que aplicaría, respondió que aún no estaba definido. A partir de eso, el mercado comenzó a especular con un nuevo tipo de cambio o un esquema distinto. La comunicación del gobierno incrementó la incertidumbre y la desconfianza, ya que cada aparición de Caputo generó expectativas de definiciones sobre el esquema cambiario, pero solo se brindó información sobre la cantidad de dólares que recibirá Argentina. No alcanza con saber cuánta liquidez tendrá el gobierno, sino también si podrá generar un programa cambiario que permita que el país produzca más dólares de los que necesita para el funcionamiento de la economía.”
“El Banco Central empieza a desangrarse en reservas, lo que evidencia una caída en la demanda de dinero. La gente decide volcarse a activos en dólares y salir del peso. Si el gobierno tiene un poder de fuego limitado, con reservas netas negativas en torno a los 10 mil millones de dólares, es inevitable que haya alguna presión sobre el tipo de cambio.”
“El país no puede vivir con más pesos de los que recauda. Sin embargo, este razonamiento no parece aplicarse a las cuentas externas. Actualmente, Argentina está viviendo con más dólares de los que genera. Con un tipo de cambio atrasado, las exportaciones no pueden reaccionar con fuerza, mientras que las importaciones sí lo hacen. Además, los pagos de deuda deben hacerse con dólares propios, ya que el país no tiene acceso a los mercados internacionales, lo que genera una mayor necesidad de divisas sin nuevas fuentes de ingreso.”
“Si el gobierno decidiera no financiarse a través del impuesto inflacionario o de la emisión monetaria, se enfrentaría a un corset cada vez más ajustado en términos de financiamiento y a un encarecimiento de la deuda estatal.”
“Parte del mercado confía en que, tras las elecciones, el gobierno tendrá mayor margen y apoyo político para implementar las medidas que, según los inversores, está dispuesto a tomar. Todo indica que este año se buscó construir un puente hasta ese momento, cuando también se espera el ingreso de dólares provenientes de Vaca Muerta en el segundo semestre. A partir de entonces, el balance energético comenzaría a jugar a favor de Argentina.”