“Es una reacción a una situación que no es nueva. Rosario ha tenido un crecimiento de la violencia. Se puede ver en la tasa de homicidio, estaba por debajo de la tasa nacional en el 2009 y hace dos años superó varias veces la media”.
“Hace tiempo hay una preocupación del Estado, pero en materia de seguridad se hace una sobreactuación a veces y no se va al fondo de la cuestión”.
“De diez homicidios que se producen solo dos llegan a ser esclarecidos y condenados”.
“A veces se quiere discutir sobre otros temas, como la pena, cuando no es el centro de la cuestión”.
“Rosario es muy sensible a los ciclos sociales a nivel nacional. Las crisis económicas, la caída del 2001…”
“Hay estructuras delictivas complejas cuyos mayores beneficiarios viven en barrios cerrados, el crimen no tiene que ver con una clase social”.
“Rosario es una de las ciudades más desiguales del país, con mayor cantidad de asentamientos”.
“Estas bandas delictivas les ofrecen a los jóvenes reconocimiento en el barrio, el acceso rápido a otro nivel económico, una identidad que no les dan en los colegios”.
“El narcotráfico incide en el nivel de violencia de los enfrentamientos”. “Lo mejor que puede hacer el estado provincial es tener buenas policías, y aquí no sucede. No hay gestión”.
“Hay gente que compara la situación pero tanto en Colombia como en México hay bandas que tienen posibilidad de poner en jaque al gobierno, eso acá no sucede”.