“No es nuevo, este tipo de perfomance existe desde hace tiempo. La polémica surge de lo imprevisto de la acción en una institución, que no estaría aprobada por la institución. Estas cosas existen, tienen su sentido en la sorpresa y la acción. Gente que no está avisada y no le guste no tendría que ver esto. Yo no la favorecía en mi institución”.

“Es por una cuestión de procedimiento, no es la vida misma, necesita de esa división de lo real y del espectáculo que el teatro propone. Hay una cuerdo entre el actor y el que lo mira. No hay un acuerdo entre un acto pornográfico y las personas. La pornografía existe”.

“Este tipo de cosas se aíslan y se convierten en hechos artísticos pero con el consenso del que mira”.

“Lo que pasó es un hecho para irrumpir en la sorpresa y por el cuestionar el rola de la institución en el que se realiza”.

“Ellos quieren estar en lo público para molestar”.