“No hay palabras. Solo aquel que lo pasó sabe que es lo que se siente. Hasta ahora lo único que tenemos para agradecer es al Municipio, a Fernando Espinoza, que se preocuparon por nosotros. Es grandísimo el apoyo que recibimos de ellos. De parte de la empresa no recibimos apoyo”.
“Era como cualquier chica normal. Llena de sueños, esperanza y alegría”.
“El sueño de ella era ser militar y juntar plata y comprarle una casa a la madre, para que deje trabajar”.
“Mis otros hijos me dan la fuerzas”.