“Cafiero era un hombre de un tamaño gigantesco. Será una especie de faro para que muchos jóvenes se reflejen en él, para saber cuáles cosas se deberían hacer en la político. Era un hombre muy estudioso. En el primer gobierno de Perón, a los 30 años, fue convocado para el Ministerio de Haciendo”.

“Cafiero era un hombre que iba a morir abrazado a una bandera argentina. No hay forma de gobierno si realmente no hay un compromiso con el que uno le predica a la gente. Para el peronismo, la justicia social es una bandera que se lleva todos los días”.

“Este hombre que vamos a despedir en un rato, vamos a rescatar lo que él aprendió de Perón. No veo hoy en el aparato político que se dediquen a persuadir: ahora es dirigir, mandar, atacar. Esa no es la política que hacia Antonio. No era una demagogia, era un sentimiento que tenía por los desposeídos”.

“Nunca le escuché una queja por no ser presidente. Cafiero es un gran pedazo de la historia del peronismo. Si no hubiera aparecido una figura como Antonio, no sé cuál habría sido el futuro del peronismo. Hubiera sido un presidente muy cercano a la gente”.