“La sorpresa hubiera sido que ganara el sí. De las cientos de encuestas previas al referéndum, apenas una sola dio al sí como ganador. Eso fue suficiente para que en Londres el mundo de las finanzas entrara en pánico. Hubo dudas en los últimos días porque achicó considerablemente el margen”.

“Hablando con los votantes del no, el principal argumento era el económico. Veían votar por la independencia como un salto al vacío”.

“Desde Londres, Escocia recibe en promedio más plata de lo que reciben otras regiones del Reino Unido. La inseguridad en todo el Reino es muy baja y el nivel de vida es bueno. La mayoría no quiso tomar ese riesgo de saltar al vacío”.