“En el caso había tres víctimas. Yo tenía la obligación de adoptar medidas de protección sobre tres mujeres. Por eso el condenado tenía tres pulseras”.
“La tecnología con la cual hoy contamos los jueces aun no permite que sea un solo dispositivo si no que por cada mujer víctima hay una pulsera”.
“La mujer lleva un dispositivo que es muy similar a un celular pero es más pequeño que recibe llamadas y está conectado con el dispositivo que lleva el agresor que generalmente se lo conoce como tobillera o pulsera”.
“Ese dispositivo lo que hace es refractar, o sea cuando se acerca al dispositivo de la víctima eso da una alerta y se toman las medidas de protocolo”.
“Este fue un caso muy complejo, yo había dictado su prisión preventiva. Pero la fiscalía llegó a un acuerdo y cuando recupera su libertad se hace con estos dispositivos. Desde ahí, esta persona en vez de comprender las reglas para seguir cumpliendo la pena en libertad, empezamos a tener problemas en los controles que termina cortando las pulseras y el último geo posicionamiento de él nos da en el Borda”.
“Además de la causa que ahora está cumpliendo en prisión por no cumplir con las reglas, comienza una nueva causa en contra de él porque está dañando un objeto del Estado, eso también tiene consecuencias, además de todo lo que significa el incumplimiento de órdenes de un Juez”.
“Hoy está detenido en una cárcel del servicio penitenciario federal cumpliendo una pena de tres años”.
“Los jueces en la ciudad de Buenos Aires y en casi todas las provincias del país, dependemos de la pena que solicita el fiscal”.
“Si la fiscalía me pide una pena de prisión de tres años yo no puedo imponer una pena superior a la que está solicitando la fiscalía”.