“En líneas generales cuando uno va a un sex shop, la mayor parte de los productos esté hecha para la fantasía del hombre, pero para que los use la mujer”

“La mayoría son con diseños fálicos, y por los tamaños y las texturas, no son amigables para el gusto femenino. Estoy hablando de los elementos tradicionales que se encuentran en un sex shop”

“Nuestra boutique erótica está orientada al gusto de la mujer, pero es para que los elementos se usen en pareja”

“Vienen muchos hombres que le quiere comprar algo a la mujer, y compran algo más delicado porque no todo está dedicado a que la sexualidad tiene que ser fálica”

“La mayor parte de los juguetes sexuales son para mujeres, y ahora empieza a haber un poco más de mercado para los hombres”

“Pero muchas mujeres no compran no solo porque los diseños no son amigables, sino también porque tienen que escabullirse para poder entrar a un sex shop, porque todavía está mal visto, como si uno estuviera haciendo algo malo”

“Tenemos que aprender a naturalizar, aún más, a la sexualidad. Hay que sacarle tabú a los sex shop y que cada uno se anime más a entrar y comprar juguetes”

“Últimamente las mujeres en mi boutique compran cosas para usar ellas solas, hoy en día está más abierto el tema de autoexploración de la mujer”

“Lo que fue una explosión fue el tema de los talleres. Tratamos temas de sexo tantico, sobre parejas abiertas, sobre ser swingers o sobre cómo hacer un trío”

“Se nos ocurrió lo de los talleres porque los clientes y las clientes venían a comprar y se quedaban una hora charlando, y nos dimos cuenta que había que juntarnos para poder hablar. Siempre lo hacemos con un especialista o un sexólogo”

“Los talleres son mixtos porque la gente quieren hablar del sexo y aprender”

“Lo que veo que más perjudica a las parejas en el plano sexual, es la falta de comunicación”