Giangrande: 'El alfajor tiene que tener la cantidad justa de dulce de leche porque sino no tiene el mismo gusto'

Hoy charlamos con Lucila Giangrande, argentina que vende alfajores en la ciudad de Chicago, sobre cómo es emprender un proyecto en el exterior y cómo fue que le se ocurrió esta idea.

 

“Una cosa que dicen es que no les gusta porque es muy dulce”

“Yo hago más alfajores de maicena, fue con lo primero que empecé”

“A mí se me ocurrió porque veía la reacción de la gente  y porque a mí de chica me enloquecían los alfajores”

“El alfajor tiene que tener la cantidad justa de dulce de leche porque sino no tiene el mismo gusto”

“Lo empecé a hacer en Chicago para mis hijos y después me lo empezaron a pedir mis amigos”

“Los requisitos están pero el desafío mayor es tener una cocina que esté habilitada para trabajar”

 “La gente va a aprender lo que es el alfajor como aprendieron lo que es el burrito”

“Nosotros vendemos al por mayor pero en algunos lugares los llegan a vender hasta cuatro dólares”

“La marca es Lucila´s Alfajores”

“Cuando uno se va del país la gente empieza a extrañar cosas y el alfajor está arraigado”

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