“Yo siendo chorro estaba convencido que eramos un mal en la sociedad”

Cesar Gonzalez, actual director de cine y escritor de poemas nos contó su dura historia en el mundo de la delincuencia y las drogas. Tambien detallo sobre como estando preso conoció a alguien que le permitió salir adelante con tan solo escucharlo

“No me pone muy orgulloso toda mi historia violenta”. “Ya presente mi tercer libro en la feria del libro y estoy estrenando mi segunda película”. “Mientras más ocupados estemos haciendo arte, menos ocupados van a estar en una esquina para drogarse o para salir a robar”. “La segunda película cuenta varias historias, la de un cartonero que vive trabajando en la calle, su novia actual la quiere dejar, la ex novia no quiere que vea a la hija porque es un vago y el va saliendo adelante”. “La principal motivación que tengo es la de la ética, quiero mostrar con lujo de detalle a la villa, con todos los puntos de vistas, político, sociológico, cultural”. “Los actores si son pibes de la villa, pero después la gente de la técnica no y trabajamos juntos”. “Creo que en el cine se puede ver ‘El arte que puede hacer un milagro’”. “El pibe que sale a cartonear esta muy solo en la película y hago el foco en la función del cartonero que es la de reciclar los cartones”. “Es preferible que te digan ‘negro esto, negro lo otro’ a que te rompan los huesos”. “La mayoría de la gente piensa que un cartonero es un chorro por cómo se viste, como se mueve y como habla”. “La sociedad se queja de que los pibes salen a robar pero también se quejan de que salen a trabajar juntando cartones”. “La gente no quiere que los pibes roben ni que junten cartones”. “Estando preso conozco un profesor de magia con un discurso muy político y analizaba la sociedad. Me conmovió cuando decidió entrar al pabellón y su constancia”. “Yo estuve preso cuando nevó en Buenos Aires”. “El mago Patricio Montesano hoy es mi amigo y me ayudo a ser lo que soy”. “Yo estaba convencido que el chorro era un mal en la sociedad”. “La mitología urbana dice que al entrar a un pabellón te violan o te cortan para hacer empanadas”. “Si no hay otra persona que te estimule y motive La psicóloga del penal me insistía que escribir poemas no me iban a servir para nada. Me inculcaban que tenía que devolverle algo a la sociedad. Pero Patricio se puso a llorar cuando le di mi primer poema”. “Los gestos son más importantes que los discursos”.