“Siento frustración y desilusión por el paso por la gestión, despecho no y menos aún resentimiento. Porque cuando uno se une en ese tipo de gesta, sin necesidad en mi caso porque después de 37 años en la actividad privada y habiéndolo hecho con mucho éxito y ganas no hacía falta, pero tampoco quería quedarme en un lugar donde está mal visto opinar o tener ideas divergentes. Frente al circo mediático que se armó era mejor correrme a un costado y dejar que otros manejen la situación.”

“De todas las experiencias uno puede sacar un aprendizaje y creo que todo sirve y te fortalece aún en los peores momentos. Yo subestimé mucho la rosca política, pero no sé si me gusta, prefiero la gestión, la transformación, cambiarle la vida a la gente. Lo escuchaba recién a Matías Kulfas y disiento con él de que un plan de estabilización es la solución pero lo debe hacer el próximo gobierno. No me resigno a que la gente la pase mal los próximos 8 meses porque estamos en un año eleccionario, no lo digo por Matías sino en nombre del gobierno en el que en un momento forme parte. No podemos presentarnos como una opción para seguir gobernando si en estos momentos decimos que no podemos hacer nada.”

“El Ministerio de Economía está tercerizado en el equipo de Sergio Massa, es él quien debe dar la propuesta y convencer a Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández de que se debe tener un plan de estabilización. Tengo la esperanza de que lo anuncie cuando termine de darle la puntada final al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y que allí entren los fondos frescos que necesitamos, porque Argentina tiene faltante de dólares” dijo Antonio Aracre en El Disparador.

“No apostaría todo al fondo porque también es una opción que tiene ciertos riesgos, estaría pensando en otras alternativas. Las medidas que anunció Massa este fin de semana son paliativos y de dudosa eficacia. Por lo menos esto de la importancia de alimentos, es algo que el Estado no tiene los mecanismos aceitados para que se haga con eficiencia y eficacia para que llegue a las góndolas de forma adecuada.”

“La economía argentina tiene 4 problemas graves, el primero es un exceso fenomenal de pesos que se retroalimenta mes a mes con varias cosas. Como con la emisión monetaria producto de que no alcanza la recaudación, con el dólar soja y por la leliq que exige una tasa cada vez mayor para que las carteras no se dolaricen con una emisión más grande para pagar los intereses. Hay que buscar una solución, agradable o no, se debe dejar de procrastinar.”

“El segundo problema es que no tenemos dólares, ojalá entren 10 mil con el FMI y no nos pongan demasiadas condiciones, pero hay que pensar en un plan b. Argentina es un país que exporta 80 mil millones de dólares por año, de los cuales más de la mitad son del agro, a pesar de la sequía se está cosechando algo, entonces hay que pensar cómo compensar al productor. No podemos desechar alternativas en un momento en el que estamos jugadísimos. El tercer elemento es el salario, es el más deprimido de los últimos no sé cuántos años. Un matrimonio donde cada uno gana 2 salarios mínimos con 2 hijos, no llega a cubrir la canasta básica.”

“El Frente de Todos tiene legítima intención de ganar las elecciones pero tiene taras ideológicas sobre las cuales le cuesta mucho maniobrar y en ese concepto conviven sectores con puntos de vista muy divergentes sobre la economía. No tiene una idea monolítica y todo debe consensuarse, en un momento de crisis eso es muy complejo” le comentó Aracre a Maxi Sardi.

“El peronismo tiene una oportunidad de recuperar caudal electoral pero debe tomar un riesgo y lanzar un plan de estabilización que seguramente tenga algunos tragos amargos pero que muestre una esperanza. No se puede convencer al electorado con lo que vamos a hacer a partir de enero con lo que no hacemos este año. Hay que ponerle toda la garra posible a buscar una solución más profunda a lo que sucede.”

“El que gane en Juntos por el Cambio va a ganar con mayor poder de decisión, sea Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta. Ambos llegan con una legitimidad completamente distinta a la que llegó Alberto Fernández hoy o a la que tiene el propio Sergio Massa para tomar decisiones. Los grados de libertad que tiene Massa para tomar decisiones sin consultarle a Cristina Fernández de Kirchner también son limitados.”