“El jueves pasado se estrenó “La extorsión”, una película que se rodó al mismo tiempo que “El gerente”, todo el tiempo hay un montón de proyectos en paralelo. La película la hicimos con ‘100 Bares’, la productora de Juan José Campanella, y con una productora mexicana, que distribuye Warner” dijo Axel Kuschevatzky en El Disparador.

“Hago algunas cosas en Argentina pero muchas se hacen en otros países, producimos mucho en México y en Inglaterra. Hay proyectos nuestros y otros nos vienen a buscar con una idea para hacer una película o una docu-serie. Cada proyecto tiene una cara distinta y no se parecen en nada, todo me gusta mucho y reflejan cosas que a mí me obsesionan.”

“Tratar de controlar todo no es útil, no mejora los proyectos. Hay mucha persona en el mundo audiovisual que porque le sacó 2 fotogramas a una película, cree que esta después funcionó, y eso es una pelotudez atómica. No es que mi intervención hace mejor las películas, yo lo que tengo es la suerte de trabajar con buena gente.”

“Mi cálculo promedio de cualquier película o serie es un proceso de 2 años, “El gerente”, por ejemplo, lo resolvimos en un año y moneda. “Metegol”, por ser animada, fue una película que tomó 7 años desde la primera reunión hasta que se estrenó. Dos años es el promedio saludable pero pueden pasar muchas cosas.”

“Las cosas que no tiene anuncio público no puedo contarlas, pero estamos en post producción de una película que me gusta mucho que se llama “El aroma del pasto” con Joaquín Furriel y que tiene de productor a Martin Scorsese. También hicimos una comedia con Rob Schneider muy divertida, donde él es co-protagonista y director” le comentó Kuschevatzky a Maxi Sardi.

“A pesar de que yo vivo en Estados Unidos y produzco desde aca, no me tira hacer películas de estudio gigantes de las que hace Hollywood. Aspiro a hacer películas con voz propia, con identidad, sí con más recursos de los que hay en argentina, pero no estoy pensando que quiero hacer un robot gigante que pisa ciudades. No me puedo imaginar teniendo que administrar películas de tanto presupuesto, donde trabajan 15 mil personas, no sé ni cómo se arranca esa conversación, me da miedo de chocar.”

“El cine argentino se acostumbró mucho al fondo público, había poco cine argentino que tenía la ocasión de re-pagarse a través de la venta de entradas, no hablo solo de películas pochocleras. Se empezó a poner más feo cuando en la pandemia no hubo fondos en ningún lugar y estos se empezaron a devaluar, entonces las productoras de aire se convirtieron en desarrolladoras de contenido para las plataformas.”

“Los argentinos nos autoconvencerse de que somos geniales para sobrevivir, entonces es lógico que en un cambio de forma de consumo se tenga que reinventar todos los días la rueda, es algo lógico. Yo comparo esto como cuando te vas de vacaciones y llueve, o pensas que la vida es injusta o asumis que mojarse es parte de la experiencia.”