“Es muy cercano al reclamo que hicimos que era del 3,05% y lo de hoy fue del 2,95%. Esto no era otra cosa que lo que el Estado Nacional había transferido a la ciudad como parte del sustento para la transferencia de las funciones de la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. La Corte hoy después de mas de dos años falla a favor de la Ciudad lo que se llama la medida cautelar, es decir, una medida que interrumpe la vulneración de ese derecho hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo que puede ser tanto por la corte abocándose a fallar sobre la cuestión de fondo en algún momento, vos sabes que la Corte nunca tiene plazos estipulados, o como dice la Corte misma, hasta tanto se formule una nueva ley de coparticipación federal de impuestos. Este fallo es muy importante porque, más allá de ser un fallo a favor de la Ciudad de Buenos Aires, es un fallo que reafirma la condición de un país federal en donde el Estado Nacional no puede vulnerar un acuerdo que tiene con una jurisdicción subnacional y es un fallo que vuelve a empezar una Argentina en donde hay efectiva división de poderes. También es un fallo que le permite a la Ciudad de Buenos Aires recomponer una baja de recursos que le quitaron de manera intempestiva, en el medio de un ejercicio presupuestario, en medio de una pandemia. Estamos muy satisfechos con haber podido obtener este fallo después de casi dos años.”
“No le va a sobrar plata a la Ciudad de Buenos Aires porque tuvimos que hacer varias cosas durante estos dos años. Entre ellas interrumpir todo el plan de infraestructura que teníamos para ese año, recortar gastos por varios lugares y también generar dos impuestos con asignación especifica: la de las tarjetas de crédito y el de las Leliq sobre los cuales el jefe de gobierno va a decir algo en unos momentos. De ninguna manera le sobra plata porque era plata con la cual financiaba la seguridad. Por eso hubo que apelar a otros recursos. Una de las medidas muy dolorosas que tuvimos que tomar fue cancelar una serie de obras que continuaban con la transformación urbana del primer mandato porque no había dinero.”
“Horacio Rodríguez Larreta tuvo una agenda de líder nacional de la oposición y de posible presidente de los argentinos porque la jerarquía de las reuniones que tuvo trasciende al rol de un alcalde. Nos reunimos con la Casa Blanca, con el Congreso, con el Departamento de Estado. Ninguna duda que Argentina tiene una gran oportunidad de reconstrucción de confianza internacional entre otros con Estados Unidos. También es verdad que el actual gobierno nacional en los últimos años debilitó bastante la credibilidad internacional del país, por ejemplo, a partir de un viaje a Rusia tres semanas antes de la invasión de ese país a Ucrania. A partir de posiciones contradictorias e inentendibles frente al estado de la democracia en países de la región como Venezuela, Nicaragua y más recientemente Perú, o a partir de situaciones como la Cumbre de las Américas de Los Ángeles en donde Argentina se dedicó más a defender a los no invitados que a plantear una agenda de futuro incluso entre países de Latinoamérica y con los Estados Unidos. La conclusión es que hay una serie de cuestiones globales como seguridad alimentaria y energética en donde Estados Unidos ve que Argentina puede ser un socio estratégico muy importante por el nivel de recursos, pero para eso se necesita credibilidad en las reglas, un marco de negocios que aliente la inversión y sobre todo posiciones muy coherentes en materia internacional. Lo que se valora internacionalmente es la consistencia, la regularidad de posiciones, la argumentación y no el cambio de posición permanente y mucho menos el decirle a cada uno lo que quiere escuchar que fue lo que caracterizó a parte de la política exterior del gobierno de Alberto Fernández.”
“Yo me veo colaborador de un Horacio Rodríguez Larreta presidente que va a tener una política internacional que reconstruya la confianza en la Argentina y eso sea un pilar para la agenda de desarrollo. El rol lo va a definir Larreta cuando sea necesario.”
“La continuidad en la ciudad tiene excelentes posibilidades en ministros de la Ciudad como la propia Soledad Acuña, que hizo un trabajo con la educación excepcional, inolvidable y épico en un momento en que tuvimos que pelear con el gobierno nacional otra vez con la Corte Suprema para que no cierren las escuelas. Fernán Quirós que lideró con mucha templanza la agenda de salud y el propio Jorge Macri que tiene su experiencia en Vicente López y es muy bueno. Emmanuel Ferrario, de la legislatura de la Ciudad, un liderazgo nuevo y moderno y por supuesto el radicalismo con Martin Lousteau. Hay una regla institucional que es la PASO y así se va a definir el candidato. Hoy es demasiado temprano para ponerse a definir una candidatura cuando la realidad es que lo que hay que hacer es formular los planes de continuidad, de la transformación de la Ciudad y sobre todo ver como esas candidaturas contribuyen también al proyecto presidencial.”