“La última diferencia en el campo público que tuve en su momento con Alberto Fernández se vinculó al comportamiento de una docente de La Matanza, en el que yo tomé rápidamente cartas en el asunto, tuve definiciones claras y contundentes en cuanto a que era un comportamiento inaceptable en nuestro sistema educativo y el presidente al otro dia reivindico ese comportamiento. Ya veníamos con otras diferencias en el marco de la gestión relacionados a la presencialidad o no en Mayo, durante la pandemia, en la región metropolitana de Buenos Aires, por momentos se perdió la perspectiva de lo que estaba bien o mal.”
“La pandemia hizo todo cuesta arriba en una Argentina atravesada por la desigualdad y hoy son más marcadas las diferencias. Esta docente tenía un intercambio injustificable con un alumno, en las aulas hay que debatir de la actualidad pero el docente no debe tomar una posición sino permitir el intercambio de miradas, mediar entre los estudiantes y dar las diferentes posiciones. Para mi es saludable que se discutan estos aspectos en el aula con un docente que está en una jerarquía diferente a los alumnos y debe administrarse correctamente” dijo Nicolás Trotta en el Disparador.
“La pregunta es cómo generar una escuela en el siglo XXI para niños/as y adolescentes del siglo XXI que tienen el conocimiento de toda la humanidad al alcance de un celular. Frente a eso se produce un desafío de poder acceder, interpretar, establecer valores en una sociedad sobreinformada, es mucho conocimiento al que la escuela y la universidad deben darle las herramientas para que el ciudadano pueda interpretarlos, ponerlos en valor y prepararlo para un mundo en constante cambio. El conocimiento de base sólido y profundo es fundamental para entender el presente y readapatarse frente a los procesos disruptivos de conocimiento. Hoy un estudiante tiene más herramientas que las que tenía yo en la época del ´90 cuando cursaba la secundaria.”
“La pandemia tuvo un impacto educativo muy marcado en nuestro país y en el mundo, con mayores niveles de desigualdad se profundizó más. Hubo países más preparados que otros para enfrentar la pandemia vinculado a la conectividad, los soportes tecnológicos, la formación de docentes y el acceso a la tecnología y su apropiación por parte de adultos y niños. Argentina estaba mejor que otros países de la región pero no tanto como Uruguay, que además tuvo la suerte de que la pandemia en el 2020 no golpeó con tanta fuerza y tuvieron casi total presencialidad, no así en el 2021 porque fue cuando irrumpió la segunda ola con simultaneidad. Los aprendizajes han sido comprometidos por la pandemia, pero las instancias de evaluación de los conocimientos de nuestras aulas en los distintos momentos que se transitan no miden solo la pandemia sino también la trayectoria educativa de la educación obligatoria, donde ya teníamos indicadores de enorme complejidad.”
“Para mejorar los aprendizajes se necesita priorizar la inversión educativa y adentrarse en la propia formación de los docentes y repensar la escuela, sobre todo la secundaria para dialogar con estudiantes del siglo XXI, tener una mirada cercana a la realidad que estos chicos transitan. La pandemia impuso que no podemos ver todos los contenidos y hubo que poner el eje en los contenidos más importantes, reorganizando la propuesta pedagógica para poder garantizar que en el cierre del año se evalúen los conocimiento sumado también al ciclo de la escuela primaria y secundaria, para que garanticemos que esos chicos/as tengan todos los conocimientos para promover al nivel siguiente” le comentó Trotta a Maxi Sardi.
“Se necesita una pasada en limpio en común en la educación, en la ciencia de tecnología, el modelo productivo, enfrentar problemas como la inflación, el salario porque sino no hay futuro. La última década nos demuestra que distintos gobiernos se van pasando el fracaso sin tener la capacidad de resolver estructuralmente los problemas pero no los resuelve una sola gestión sino que debe implicar acuerdos multipartidarios. En la escuela creía que algo habíamos hecho porque se han sancionado leyes como la ley de financiamiento educativo o la nueva ley de educación nacional, pero existió un cambio de gobierno en 2015 que revirtió estos logros y en 2018 Argentina estuvo en crisis, llegó el FMI y cae mucho la inversión educativa, no quiero poner el eje en la crítica de ese gobierno. Si no asumimos esta situación de enorme complejidad y buscamos respuestas distintas a las que venimos presentando a la sociedad no vamos a conseguir resultados diferentes, ese debe ser el camino que tome el país por transitar el desafío en este mundo para reducir la brecha de desarrollo no solo con los países centrales sino también con los de la región.”