“Presenté un proyecto de derogación de la Ley de Alquileres para que se vuelva a la instancia anterior pero que sin duda no reúne los requisitos, la que sacamos en 2019 no tuvo el impacto que se esperaba y perjudicó a ambas partes, no salió nadie beneficiado”.

“Con la Ley de Alquileres había presión sobre los inquilinos y la Ley anterior produjo en Argentina una relación muy asimétrica, perjudicando para los dos lados, con una posición dominante del propietario sobre la oferta”.

“Yo voté a favor de esta norma y no estuve muy de acuerdo, es algo de lo que me arrepiento, pero también es importante decirlo y que sepan que queremos remediarlo. El problema no es de la norma, es de la falta de una estabilidad económica en la Argentina”.

“A veces el Estado y, en especial en estos casos, tendría que tener presupuesto mínimos que condicionen y controlen cuando ocurra alguna asimetría. Hay que echarle la culpa a que no hay un plan económico, se piensa que el año que viene se puede llegar a un 70% de inflación”.

“Quizás la solución no sea una Ley, si así fuese el tema la Ley que sacamos en 2019 debería de funcionar, pero no da por los niveles inflacionarios que son claves”.

“El problema es económico, que no hay crédito, que es lo que regula el crédito hipotecario. Hay sistemas como el uruguayo o el chileno en donde tienen la renta controlada”.