“Este es un proyecto que se construye y se despliega en módulos, por lo tanto, empieza con una inversión pequeña y después va avanzando período a período para ir ganando módulos en cuanto a la generación eléctrica renovable y la electrólisis, que son los dos elementos que se necesitan para la fabricación del hidrógeno. Hay muchos recursos para que esto continúe casi indefinidamente”.

“Uno de los factores del proyecto es ver dónde lo vamos a ubicar, no sirve cualquier terreno, sino uno que tenga capacidad de viento apta para tener factor de capacidad o plata para poder mantener la producción de hidrógeno en sus máximas”.

“En el fondo va a ser un continuo, una sucesión permanente de módulos de fabricación. Ahora, si lo pudiéramos ordenar en secciones nos han anunciado una primera inversión de 650 megas de capacidad eólica equivalentes a 200 millones de dólares representaría una gran mano de obra”.

“11 mil personas hoy para la provincia de Río Negro es muy significativo. Para la producción de electrolisis se está estudiando el lugar, se trabaja en conjunto con la gobernación de Río Negro. El lugar óptimo en este momento es la localidad de Sierra Grande”.

“Lo que se estima es que entre 40 y 50 mil personas estarían afectadas de manera indirecta a la operación, cuando esto en 2028 alcance los volúmenes de la segunda etapa, de despliegue”.

“La empresa es un grupo económico australiano que tiene una subsidiaria en Argentina y está liderada en todo el continente por Agustín Pichot, que ha sido un interlocutor que nos hizo el avance del proyecto muy fácil. Además, el CEO global de la empresa tiene además una mirada muy de empatía con Pichot, se conocen de hace muchos años”.

“Vemos el proyecto cómo una oportunidad inédita para la Argentina, una industria que es novedosa para todos, poca gente sabe lo que es el hidrógeno verde”.