“No es extraño que alguien esté embarazado a los 40 años, es casi una consulta de casi todos los días, a veces son pacientes que no tienen hijos y otras veces para apostar a un tratamiento de fertilidad”.

“Un varón con vasectomía lo que va a ocurrir es un embarazo espontáneo porque en el eyaculado no hay espermatozoides, pero es factible ser padre a través de un tratamiento de fertilidad”.

“Hay algunas ramas o corrientes que dicen que se podría recanalizar esa vasectomía, pero no es aconsejable. Lo que hay que tratar de hacer es sacar el espermatozoide mediante una biopsia”.

“En general se trata de conseguir una buena muestra de espera, hay que pensar que para una fecundación in vitro se van a necesitar tantos espermatozoides como óvulos se le pueda sacar a la paciente”.

“Ningún tratamiento de fertilidad es una garantía absoluta de embarazo, lo que uno hace es transferir el embrión dentro del útero y eso después se tiene que implantar. Lo que se puede hacer desde el laboratorio es biopsiar el embrión y trasladar uno sano”.

“La única manera de saber el sexo del embrión es tomarle una biopsia antes de transferir y el objetivo es descartar aquellos que tienen una alteración, con eso podemos saber el sexo del embrión”.

“El embarazo se convierte en bajo o alto riesgo a partir de los 35 años, hay más riesgo de enfermedades genéticas. Obviamente, después influye mucho la calidad del paciente, si es una persona sana o si sufre enfermedades”.

“La realidad es que la biología del óvulo sigue siendo la misma que la de nuestras abuelas y por otro lado, gracias a los tratamientos de fecundación in vitro, muchas mujeres de 38 años logran quedar embarazadas”.