“Tenía ganas de ser candidato, por su puesto. Yo fui candidato a Jefe de Gobierno con Lavagna en 2019 y Alberto Fernández a mi y muchos que estuvimos acompañando a Roberto en la campaña nos invitó a formar parte de la gestión y yo acepté con gusto”.

“La economía es sin dudas un eje por el presente y también por el futuro, trabajamos para bajar la tasa de inclusión, para tratar de generar mecanismos para que el salario recupere el terreno perdido contra los precios y al mismo tiempo preguntarnos qué vida queremos después de la pandemia”.

“Hace dos años la pregunta era dólar o lebac, hoy, claramente, con la independencia de la pandemia ese esquema de generación de riqueza está completamente fuera de discusión”. 

“El dólar ha sido el refugio del ahorro de los argentinos y argentinas desde hace mucho tiempo, lo dijo Cristina Kirchner. No hemos logrado construir confianza en nuestra propia moneda, es así”.

“Tenés que irte hasta 2014 para encontrar exportaciones. Hay mucha discusión respecto de este sesgo antiexportador, si fuera así, ¿qué hacemos con un récord de exportación? La realidad es que aumentaron los derechos de exportación”

"Estamos en las puertas de un crecimiento. El empresario que puede y no invierte en el país, se está equivocando"

“Claramente Argentina tiene una producción diversificada, entonces se encuentra con una exportación diversificada que funciona muy bien y que le genera a la Argentina números que hace tiempo no se veían”.

“Yo hice un spot con un collar de carne, así que francamente, a mí, lo bizarro en los spot no me afecta mucho. Si el mensaje tiene pertinencia nos pondrá a todos a discutir sobre el mensaje, sino pasará sin pena ni gloria”.

“Yo no tengo ninguna duda de que sacamos la cabeza del agua como proponía Alberto en 2019. El mundo transita una situación que es única en nuestra generación y el tiempo invita a tratar la realidad con unos anteojos que son con los que miramos habitualmente”.

“Los procesos económicos de crecimientos en la Argentina son siempre inesperados. Recordá 1991, Argentina salía de la hiper y nadie se imaginaba que cuatro años después Menem iba a estar negociando para una reelección. Diez años más tarde, nadie se imaginaba que Néstor iba a estar creciendo en el 2005”.