“Alberto Fernández me llama, él decide no dejar pasar un tema de semejante gravedad institucional en medio de la pandemia. Ese tipo de acusación no la iba a dejar pasar”.
“La relación con Alberto era normal, más allá de lo que él decía de mí o de lo que yo podría pensar por él, somos dos personas que hemos criticado a Cristina, tenemos eso en común”.
“Alberto no solamente tiene en cuenta por mi actuación con Cristina, sino también sostener la otra pata del lawfare, que obviamente es luchar contra esos medios. Ocupar ese lugar estratégico”.
“Todo el mundo decía que Cristina era una chorra, que se había robado un PBI. Bueno, ahora parece que se olvidaron de todo lo que decía, porque todas las causas estaban armadas”.
“Que Cristina me haya llamado me cambió la vida para bien y para mal. Ser abogado de la fórmula presidencial me enorgullece y es un grado de responsabilidad muy grande”.
“Alberto Fernández tomó la decisión de demandar a Patricia Bullrich. No iba a dejar pasar que le digan que era ‘coimero’”.
“Del lado de Pfizer salieron a desmentir a Bullrich y además después también el CEO de Pfizer salió a desmentirla en el Congreso. El problema del laboratorio es cuando esta demanda tome la repercusión que tenga que tomar, cuando esto toque lo internacional, Pfizer tendrá que ver qué hará”.
“Que le digan a un presidente de la Nación, en medio de una pandemia, que es un ‘coimero’, no tiene perdón de Dios, es una aberración y una mentira que debe ser castigada con la lectura de la sentencia. A Alberto no le importa lo económico”.
“Patricia Bullrich era antivacunas y ahora está llorando porque no vienen las vacunas que quieren, es irremediable. Solo hay que mirar quien es, por dónde fue y te das cuenta que el único remedio era una demanda”.