“Yo estoy vinculado a ACNUR desde el 2004 y en 2006 me dieron el rol como embajador de Buena Voluntad. ACNUR es la agencia para refugiados, y nació para acompañar y restituir en sus hogares a la víctimas”

“ACNUR fue potenciado por la pandemia, imaginate que en este momento son 80 millones de personas desarraigadas en el mundo, cerca del 1% de la población mundial. De esa cantidad, el 40% son niños y niñas”.

“Hay cinco crisis humanitarias en el planeta a nivel mundial: Siria, con una guerra de diez años, y lo siguen Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar”.

“Argentina estaba en tercer lugar en el mundo a nivel compromiso social con los refugiados que llegan al país. ACNUR concientiza en que los refugiados pueden ser cualquiera en cualquier momento”.

“Cuando yo viajé en 2014 a El Líbano para sensibilizar la crisis humanitaria en medio oriente, logramos traer a las primeras familias sirias a Uruguay. En ese momento me traje muchas imágenes de niños, algunas tremendas y crueles”.

“Argentina siempre fue un país de acogida, históricamente. La iniciativa de los ‘ponchos azules’ nació el año pasado, como símbolo nacional relacionado con el abrigo, la famosa ‘gauchada’ nuestra”.

“El trabajo de ACNUR es humanitario, social y apolítico, no puedo opinar sobre el presidente uruguayo Lacalle Pou. No lo tengo permitido”.

“Con un acto de sensibilidad, a partir de hoy los teatros podrían abrir con un 50% de aforo, que nos da la calma de poder volver a ver el plato lleno. Hay muchos colegas que la han pasado mal”.

“Tenemos la posibilidad de poder volver con ‘Rotos de Amor’ y se reflotó uno de los proyectos que teníamos de cine, la película ‘Bandido’, que se estrenó en el último Bafici”.