“Cuando parece que se pueden generar acuerdos y consensos, hay nueva una iniciativa por parte del ejecutivo provincial que genera conflictividad social y provocación a toda la ciudadanía. El conflicto empezó cuando el gobernador después de prometer una paritaria histórica para ganar las elecciones a la gobernación, gano la gobernación y no pudo cumplir y comenzó un paro por parte de los docentes y después de los estatales. Primero no se pudo cumplir con el aumento y después con el salario dentro del plazo que corresponde. Hoy hay pago que es escalonado con un déficit primario de más de cuatro mil millones de pesos. El sueldo básico de un docente es de 21 mil pesos hasta cargos directivos de más de 80 y 90 mil pesos. Esto es sin contemplar el aumento prometido de más del 40% o 60%”.

“Estas maniobras populistas demagogas son efectivas para ganar elecciones pero hoy hay un rosario de problemas en Chubut que han generado replicas no solo en el ámbito docente sino que hace un mes estuvo parado el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo en un manejo prácticamente anárquico en una de las provincias más ricas del país donde tenemos el presupuesto más alto per cápita”.

“No se entiende en medio de este conflicto el gobernador toma la dedición de duplicarse el sueldo él mismo y a toda la planta política y genera el primer conflicto. Después se llego a un acuerdo previo donde muchos docentes volvieron a las escuelas, no todos. Pero inmediatamente se hizo un descuento generalizado por los días de paro y genero otra vez conflicto y en menos de seis meses hubo  cuatro Ministros de Educación distintos. El problema no es económico financiero es esencialmente institucional. Chubut reniega de la herencia recibida de su propio gobierno. Es ingenuo y cínico pensar que la solución sea la asunción de Alberto Fernández como presidente. La única forma de salir adelante es la sinceridad y priorizar que los chicos vuelvan a clase”.