"Hay una sensación de perdida de poder por parte del hombre. El hombre ha tenido de poder económico o por fuerza. Siempre tuvo una sensación de poder por sobre la mujer". 

"Cuando la mujer empezó a querer estar en los mismos lugares donde estuvo el hombre, algunos pudieron aceptarlo y hay otros que no toleraron la rebeldía de la mujer". 

"Se pone en juego esta cosa machistas, esa sensación de perdida de poder. De ahí viene la agresión, por la impotencia del hombre por no poder mantener el poder por sobre la mujer". 

"Hay más cantidad de hechos porque la mujer está cada vez más desafiante". 

"El que mata está preso de un nivel emocional alto, pero eso no quiere decir que no sea imputable. Todos tenemos las mismas emociones, el tema es el nivel de control que tenemos sobre ellas. Desearlo es una cosa y llevarlo al acto es otra cosa". 

"Lo que tienen en común las personas que llegan a cometer femicidios han tenido actos de violencias previos. Son personas que no soportan el nivel de frustración que tienen. Son violentos con los hijos, en el trabajo, con la mujer. Cualquiera de esas personas que se sacan fácilmente, porque tienen poco control emocional". 

"En general, uno de los vínculos de la pareja, uno lo naturaliza. Uno toma como natural". 

"Los detectores tienen que estar al inicio de la relación, porque después es muy difícil salir cuando el hombre cada vez va aumentando la violencia".