“Me dí cuenta que era raro que alguien venga a pedirme información habiéndome bajado de una combi en San Telmo”.
“En ese momento enloquecí”.
“Luego vino la policía, y mi marido y mi amiga fueron a San Telmo a repartir el volante donde ofrezco una recompensa a cambio de la devolución del vestido”.
“Puedo ofrecer la recompensa en dólares, en euros, en lo que quieran”.
“Yo pude ver solamente al hombre que me distrajo, no vi al que me arrebato la mochila”.
“En el disco duro tenía todas las fotos y documentos de los últimos 10 años”.
“Agradezco que estoy bien porque te pueden matar por mucho menos”.
“Sólo pido que me devuelvan el vestido”.
“Me escribieron muchas personas para ofrecerme su ayuda o prestarme sus vestidos”.
“Se está volviendo algo lindo algo que fue bastante traumático gracias a la ayuda de la gente”.
“En la Argentina aprendí a vivir con la inseguridad todo el tiempo”.