“Fui a depositar unos cheques y tenía 496 mil pesos extras, entonces llamé al banco para ver quién me lo había depositado, aunque asumí que había sido un error”.
“Confirmé que no tenía nada que ver conmigo, tenía que ser para una cuenta del mismo número pero de una empresa”.
“Cuando hice la denuncia me cobraron ingresos brutos e impuestos por la transacción e intereses”.
“Lo anecdótico es que nadie se dio cuenta, ni la empresa que lo deposito, ni la que lo tenía que recibir, ni el banco ni nadie”.
“Si llega a venir la AFIP a preguntarme de donde salió la plata yo no tengo idea que decirles”.
“Los primeros cinco minutos fui muy feliz, pero después te das cuenta de que no es tu plata y en realidad le está faltando a alguien”.
“Quedármelo está penado con multa y era negocio quedarme la plata porque esta solo 15 mil pesos”.
“Desde la empresa nadie se contacto para agradecerme ni recompensarme, dudo que se hayan enterado de lo que paso”.
“La verdad no pienso generar ningún reclamo ni gestionar nada, es perder el tiempo por algo que fue un error. Perdí dos mañanas nada más”.