Torneo Nacional de Mucamas

Cristina Zapata, ganadora del torneo, contó en El Disparador qué pruebas tuvo que superar para quedarse con el premio.

“Nos tomaron muchas pruebas: aspecto personal, check out, el armado del carro, arreglar la cama y la habitación”.

“En cuatro minutos armo la cama matrimonial. Hay una técnica y la práctica ayuda mucho. Se hace todo de un solo lado”.

“En casa soy igual. A veces mis hijos la tienden así nomás y estoy atrás de ellos”.

“Hay gente muy ordenada y gente muy desordenada. No hay término medio generalmente. Algunos te hacen la cama”.

“El cambio de sábanas se realiza sólo cuando el huésped lo solicita. Muchas personas, europeos generalmente, no solicitan mucho cambio de toalla”.

“Se encuentran muchas cosas raras en las habitaciones. Lo más extraño fue un preservativo enganchado en la lámpara de la pared”.

“No me molesta que me digan mucama”.

“Hace 15 años que trabajo de esto, empecé a los 21. Estaba sin trabajo, tenía dos chicos y dejé mi CV en un hotel y ahí empecé. A medida que pasó el tiempo me fui interesando”.

“Hice muchos cursos como para manejarme adentro del hotel”.

 

“Me han dejado buenas propinas. Un alemán me dejaba un strudel siempre que le hacía el servicio de limpieza. Algunos son lanzados pero yo trato de no involucrarme en el trabajo. Si te enganchan, chau. Uno atiende a los huéspedes como lo que son: huéspedes”.