“Con un grupo de amigos nos salieron las entradas de la FIFA, allá por febrero y dijimos: "¿Por qué no hacemos una canción diferente para la selección? Fue ahí cuando hicimos la letra y semanas antes del Mundial, las empezamos a difundir por las redes sociales, sin mucho éxito. No esperábamos la repercusión que tiene hoy.”

“Nosotros escribimos la letra sin tener idea de cómo iba a pegar. Cuando llevamos los folletos impresos de la canción, quedó con ese ritmo y nos enteramos que es una canción de Creedence.”

“No tuvimos ninguna repercusión, se la tipiamos a jugadores y mucha bola no nos dieron. El día del banderazo, en Copacabana (Río de Janeiro), llevamos folletos impresos, nos metimos en medio y ahí salió. 8 amigos armamos esto.”

“Nosotros registramos la letra. La idea era renovar el “vamos, vamos Argentina”. Nuestra idea era que la canción llegue al Estadio Maracaná en el primer partido.”

“Nos mandaron videos de chicos cantándola en el jardín o chicos que la escribían en el pizarrón.”