Hay que hacer muchas distinciones, pero se puede. Aquella ley de Viedma sigue vigente. Habría que derogar esa ley porque en teoría Viedma es la capital federal.
La distribución federal de los tres poderes no sería inmediata, sino paulatina. Esta ley programaba que determinados ministerios funcionaran des centralizadamente. La presidencia va a necesitar trabajar en la que es la actual capital federal, donde está el puerto.
Aquí en el norte funcionan 14 o 15 personas. El resto son diez provincias más la Ciudad Autónoma. Hay una situación donde podríamos descentralizar pero no va a significar que cambie demasiado la toma del poder político. Las decisiones seguirán pasando por las mismas cabezas.
La Ciudad de Buenos Aires tardó 260 años. En 1810 Santiago del Estero tenía la misma población que tenía Buenos Aires con el puerto. Hay que distinguir lo que es administrativo de lo que es político.