Estamos muchos más conscientes como sociedad en cuanto a la importancia de cuidarse del sol. Para elegir el protector, tenés que saber qué tipo de piel tiene cada uno. Más que el factor, hay que tener en cuenta la aplicación.
Cada vez que uno se mete al agua, hay que volver a aplicar el protector porque todavía no está comprobado que ninguna marca aguante el agua. Hay que reiterar que las variaciones ultravioletas están en todos lados. Que te pegue el sol cuando estás en el auto no significa que no haga daño.
En general, los dermo pediatras recomiendan que los niños no estén expuestos al sol. Pero también, el uso especializado de protector para niños, con factor 50, casi llegando al bloqueador. Ante todo, lo mejor es moderación. Piel colorada, es piel dañada. Si usás correctamente el protector, podés tener un color muy lindo y sin haber inflamado la piel.