“La receta electrónica tiene varias ventajas, pero busca principalmente tres objetivos: primero, garantizar la confidencialidad de los datos del paciente; segundo, ofrecer inmediatez, ahorrando tiempo al paciente; y, por último, asegurar la identidad del médico que emite la receta. Con el nuevo sistema, esto se resuelve mediante plataformas de recetario electrónico que se conectan online con el Ministerio de Salud. Así, los médicos registrados deben pasar una validación de identidad antes de poder emitir recetas. Si el Ministerio detecta que los datos no corresponden con una matrícula activa, no habilitan al usuario para emitir recetas”
“La implementación de la receta electrónica no invalida ni reemplaza la necesidad de que el paciente saque un turno y consulte al médico. Sin embargo, facilita el proceso, especialmente en casos donde una medicación debe tomarse a diario. Así, el paciente puede comunicarse con el médico y recibir la receta sin necesidad de una consulta presencial.”
“El PAMI implementó el sistema de receta electrónica en 2018, por lo que un gran grupo de jubilados ya utiliza este sistema desde antes de la aprobación de la nueva ley. Quienes no estaban acostumbrados deberán adaptarse a esta normativa y modalidad. Es importante aclarar que, si tu médico te emite una receta electrónica y vas a la farmacia con tu DNI y credencial, el farmacéutico podrá acceder a la receta en el sistema sin necesidad de que lleves el PDF en el celular”
“La medida es sin duda un avance. El sistema de salud argentino requiere modernización, ya que venimos de sistemas muy arcaicos. Este cambio representa un avance en términos de seguridad, confidencialidad y accesibilidad. Sin embargo, me preocupa la conectividad, ya que no todos los lugares del país cuentan con acceso. Hay pueblos en el interior con conectividad prácticamente nula, por lo que será necesario encontrar una solución para esta problemática.”