“El DNU no sirve, el propio gobierno nacional ya reconoció que no sirve. Según la Constitución los DNU están permitidos cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la constitución. Esto no se cumple porque el propio gobierno convocó al congreso a sesionar la Ley Ómnibus y en la propia ley se incluye el DNU”.

“El Congreso debería reunir hoy mismo a la Comisión de Trámite Legislativo, que se puede reunir en cualquier momento. Quiero insistir que el gobierno se dio cuenta debe ser tratada en el congreso y por eso la incluyeron en la ley ómnibus”.

“He recibido muchos comentarios sobre que estuve haciendo en los últimos cuatro años. Mientras la Libertad Avanza pedía ayuda material y política al kirchnerismo, yo en la cámara de diputados fui el principal opositor al juicio político a la Corte Suprema de Justicia. Así que a mi no van a correr con esa frase, estuve poniéndole límites institucionales al kirchnerismo”.

“La sociedad argentina sabe evaluar el comportamiento de todas las fuerzas políticas. Primero dejó sin chances de gobernar a Juntos por el Cambio, después votaron a Javier Milei en contra del kirchnerismo. Ahora hay que ponerse a trabajar en la Ley Ómnibus. Algunos quieren que salga rápido, pero deben decirle al presidente que no se puede aprobar de urgencia un megaproyecto de ley con tantas implicancias para el funcionamiento de la sociedad argentina”.

“Hay que informarle a la sociedad que deben trabajar todas las comisiones del Congreso y allí el gobierno no tiene mayoría, por lo que deberán democráticamente aceptar modificaciones. Si Javier Milei está dispuesto a aceptar que el Congreso funcione deberá tomarse el tiempo que corresponde”.

“Lo que apruebe el Congreso tiene que ser lo que esté vigente. La sociedad se expresó de manera muy contundente el 22 de octubre y en el balotaje, así que lo lamento si hay alguien no está cómodo con la aplicación de un voto mayoritario en el Congreso, es la única forma que tiene la sociedad de estar representada”.

“Los oficialismos no suelen sentirse demasiado a gusto con los procesos de generación de consensos. Pero no se trata de sentirse a gusto, sino de respetar las normas. Están democráticamente obligados a encontrar las formas de generar consenso”.