“No creo que Argentina sea uno de los casos con más casos de acoso del mundo”.

“Van cambiando las formas de acoso”.

“Hay chicos que piden a gritos que los eduquemos de otra manera”.

“La realidad de otros países en cuanto al bullying es muy similar”.

“Hay chicos que no piden ayuda porque creen que lo que nosotros hacemos empeora las cosas”.

“Hay chicos metidos en mundos digitales que los exponen a cosas que no entienden y a personas que pueden ser nocivas para ellos”.

“Lo que más veo es la exclusión social”.

“Hay chicos que, desde las redes sociales, arman historias como para que alguien se quede afuera”.

“Muchos chicos generan ninguneo y le generan al otro que es invisible”.

“El bullying hoy pasa por otro lado, son 24 horas”.

“El aspecto físico, el origen, la orientación sexual no son las causas del bullying, son las excusas de alguien que quiere odiar”.

“Nadie tiene que cambiarse a sí mismo para que no lo agredan”.

“Los chicos tienen estándares de belleza casi inalcanzables que se reflejan en las redes”.

“Un chico hostigado se apaga, tienen trastornos de alimentación, se puede poner más irritable”.

“Un cambio en la conducta de nuestros hijos nos tiene que alertar”.

“Si yo como padre planteo el problema y el colegio lo maneja bien, este tipo de cosas no suceden”.

“Los colegios deben manejar estas problemáticas de manera confidencial”.

“Los primeros signos que aparecen a veces son minorizados”.

“Cuando un chico dice que alguien es villero o cheto, no me puedo quedar callada y debo preguntar sobre ese comentario”.

“Las escuelas a veces dicen que este tipo de comentarios lastiman poco, pero no es así”.

“Los chicos que no dicen nada no lo hacen por distintos motivos”.

“Cada uno de los espectadores siente que es el único que quiere cambiar las cosas y cuando ve que son muchos, cambian su mirada”.

“Para que ellos se animen a esto, tiene que haber adultos que les den apoyo”.

“Se esperan soluciones mágicas de las políticas públicas, pero después en lo concreto es difícil”.

“De los vínculos donde sufrimos nos tenemos que ir, pero no es lo justo”.

“Muchas veces son los mismos chicos los que piden irse, pero hay que mostrarle que ellos no son el problema”.