“El gobierno tiene una habilidad para tirar títulos pomposos”.
“Es una burrada desde el punto de vista técnico. Un blanqueo tiene que ser amigable, tenes que invitar a quienes tienen bienes en el exterior a que blanqueen y no plantear algo que ya existe. Hoy la AFIP tiene facultades para hacer eso”.
“El blanqueo, bien planteado, tiene que venir de la mano de ir hacia una matriz fiscal menos centralista y que no ahogue a la producción y al trabajo”.
“En todos los blanqueos de capitales hay un dilema moral, de dónde provienen esos bienes no declarados”.
“Hay una línea fina sobre quién tiene acceso a la información o no”.