“Esto pasa a nivel Pymes también. Cada vez se crean menos empresas chicas. Hay mucha gente que prefiere trabajar para el Estado. En los últimos veinte años, la tasa de creación de empresas cayó muchísimo. Me preocupa que esto pueda empeorar”.
“Hay oportunidades en la Argentina pero hay poca gente que se anima a hacerlo”.
“También hay una fuga de cerebros que es virtual, gente que trabaja para el exterior y que no piensan en cobrar sus dólares con el mercado único de cambio. Cuando el Gobierno se dé cuenta de esto, pensará como poner impuestos para trabar estas exportaciones de servicio para que no evadan”.
“La sensación de injusticia e impotencia es algo en lo que tenemos que empatizar y resolverlo. Hay que cuidar a las Pymes para que crezcan”.
“En la Argentina podemos perder el capital humano”.
“Seguimos siendo un país donde las cosas se arreglan con alambre”.