Vicente Arturo Pereyra: “La situación en Kiev es tranquila”

Hablamos con Vicente Arturo Pereyra, argentino viviendo en Ucrania, sobre la situación actual del país, en medio de la tensión que hay en la frontera con Rusia y la amenaza de invasión que continúa latente.

“Es preocupante la situación pero no es como lo pintan en los informes de algunos argentinos en Ucrania. Es la situación es tranquila porque principalmente, todo ucraniano quiere a su país, no se quiere ir de aquí, está confiando en todos los tratados diplomáticos. Si llegara a ver un pase a mayores, a guerra abierta, el ucraniano va a dejar su vida por su país. La situación es tranquila en Kiev, la gente sigue haciendo su vida normal, yendo a sus trabajos y los chicos haciendo actividades culturales y educativas. No hay una situación desesperante o caótica, ni que estén desmantelando supermercados o acumulando productos comestibles o medicamentos”.

“Puede ser que algunas ciudades pequeñas lleven protocolos internos pero en la capital todo sigue normal”.

“No me da temor. Participé de la revolución de 2014 con toda mi familia. Estuvimos más de quince días en la plaza principal de Kiev, en la protesta, porque Ucrania quería estar dentro de la Unión Europea. Ese fue el momento donde Rusia mandó a sus francotiradores y mataron a más de 100 personas en la plaza. La pasamos a todas y nos salvamos raspando. Pasas todo eso y te das cuenta que no hay nada más lindo que la libertad. Ucrania está en este camino, es libre. Es libre de elegir para dónde ir, para Europa, para América. Ucrania no quiere saber nada con Rusia ni ningún sector minorista”.

“El ucraniano prefiere morir antes que estar bajo las manos y controlar de Rusia, porque ya sufrieron mucho tiempo con la Unión soviética.  Los ucranianos tienen muy en claro lo que quieren. Creo que eso es lo que interpretó la Unión europea y Estados Unidos, por lo cual, nos apoyan”.

“La OTAN despliega después que Rusia pone todo su ejército en la frontera. Antes no. Eso ya es una información que cambió Rusia”.

“No hay mucho en común entre Ucrania y Argentina. Al ucraniano le das un pedazo de tierra y al año tiene plantación, animales. El ucraniano no busca que le estén regalando nada. Veo tanta tierra desperdiciada en nuestro país y todos se quejen. Acá se compran una tierra y plantan todos. Eso lo lleven dentro de su cultura. Aquí los robos no existen”.

“Extraño a mi familia en Argentina, también las comidas típicas que no tienen nada que ver con las comidas de acá. El nivel cultural es totalmente distinto. Acá se los cría a los chicos queriendo a su país, cantan el himno, defienden sus colores, participan de las actividades del campo. Lo que más me duele de toda la información procesada que recibía América latina de la Unión soviética es que es era para conveniencia de ellos, pero no decían que todos los que viven dentro de la unión soviética querían escaparse de esa cárcel”.