“Nosotros aquí atendemos a gente muy humilde que si no vende su ladrillo o su carbón no come.”
“Antes podíamos darle mercadería a la gente y ahora sólo podemos darle comida hecha.”
“Desde el Ministerio de Desarrollo Social no nos llega ni azúcar.”
“Nosotros dábamos de comer a 1700 personas y ahora hay más de 2500.”
“Las donaciones cayeron un 90 por ciento.”
“Nos mantenemos gracias a la providencia de Dios.”
“En Añatuya no hay empresas, la gente vive del día a día. En Buenos Aires hay más salidas.”
“Acá la gente no compra alcohol en gel o barbijo, prioriza comprar el pan.”
“Creo que una vez que se levante la cuarentena vamos a salir adelante entre todos.”