“Yo pensé que era necesario hacer la película porque de casi todos los temas que expreso en este viaje fueron investigaciones que terminaron en proyectos de ley, pero en realidad terminaron en los cajones”.
“Era necesario hacer una película que pasara por lo emocional y golpeara y tratara de abrir el debate, porque la clase dirigente argentina lo tiene taponado”.
“Lo que más impacta es el contacto humano con los personajes. Cuando esos personajes te cuentan episodios trágicos, es algo muy fuerte”.
“Te cuentan las malformaciones o encontrás chacareros que perdieron sus animales domésticos y tiene problemas bronquiales y cáncer”.
“Hay poca información sobre este tema en nuestro país. La clase dirigente conoce esto pero lo relativiza, o puede decir que siempre fue así. Dice cosas muy obvias, como si fuera la resignación que lo gana todo”.
“Hay intereses. En primer lugar, toda la agroindustria funciona con este modelo de agro tóxicos, porque todos los cereales se fumigan, el tabaco, la yerba mate, las legumbres, las hortalizas…”.
“Cualquier ensalada tiene de 10 a 25 pesticidas”.
“El problema es que no existen controles públicos, y no hay prevención de ninguna naturaleza”.
“Quienes realizan estas tareas ni se colocan trajes aislantes”.
“Estos pueblos conviven al lado de complejos que son fuertemente fumigados”.
“Hoy no se puede decir que no hay oferta de verduras orgánicas o que no tiene volumen la eco agricultura. En Internet se puede encontrar una variada oferta”.
“El éxito de esta película es que se recomiende y se vea y que el espectador que la recibe investigue qué es cambiar de hábitos, porque lo que cuesta es eso. Es mentira que es mucho más caro”.
“Vamos a invitar a los senadores a que vean la película”.