El forense explico convencionalismos de la profesión y declaro: “No se sorprenda lo que dice, no es sorpresa. Desde el inicio la doctora no creyó que su marido se haya quitado la vida. Habla de una construcción de idea que escapa a nosotros. Se hizo lo que se tenía q hacer, pero no se hicieron los pasos de reglamento. En una muerte violenta el que interviene siempre es el SAME, saca su conclusión y esperan al médico de la policía, porque a los médicos del SAME no los dejaron participar, es el primer misterio. Hay dos situaciones claras, el cuerpo médico forense dijo tres efectos que lo llevaron a la conclusión de suicidio, muerte súbita, espalmo cadavérico, ni intervención de terceros. Esta es la interpretación de los peritos de la parte. Si hubo agonía, no puedo haber espasmos cadavéricos. Los peritos de la querella dijo hubo agonía por eso no hubo suicidio. La dirección del proyectil y de la cabeza daba suicidio, concluyo el perito forense. Los médicos de la querella dijeron lo contrario, juzgando los mimos elementos. Acá no hubo una segunda autopsia sino otra valoración de las mismas pruebas. Hay mucha información que está contaminada, lo de ayer fue un blooper que trato de contaminar. No sé si fue por los medios o si porque estaban interpretando una muerte poco común pero hubo demasiados errores y no se siguió los pasos de protocolo. Normalmente el promedio de una autopsia es de dos horas, pero cuando se tiene la causa más importante de la argentina en las manos uno debe tener más solvencia. Los intereses son tan intensos y de ambas partes, es por eso que es doble trabajo para el cuerpo de investigación. Las declaraciones de Lorenzetti las tenemos que tomar entrecomillado. El parte de la querella utilizo luminol, que la policía no lo uso a la hora de hacer la valoración.”