Respecto a la situación vivida en Avellaneda comentó: “Todos los adultos estamos preparados para proteger la infancia, es lo elemental de una vida adulta, no hay ningún protocolo ni mecanismo .Cada escuela tiene mecanismos para anticipar estas cuestiones, regularlas, ponerle límites. Los establecimientos educativos tienen como objetivo educar, y eso significa mucho más que las materias”.
Y sentenció: “En la cotidianidad de la escuela hay algunas cuestiones que se escapan. Ahora vos vas escuchando a lo largo de la historia, cantidad de niños y de jóvenes que relatan abusos en instituciones pero por parte de los adultos. Esto no debería suceder en ningún lado, y sin embargo sucede, en las escuelas actuales puede haber edificios que tienen muchos recovecos, que son enormes, tienen una cantidad de espacio. Esto ha sido un caso excepcional de un orden que yo desconozco. Las escuelas tienen instrumentos y herramientas para tratar, y trabajar estas cuestiones”.