"No tienen dimensión de la posibilidad de matar"

La muerte de Nayra Cofreces en Junin deja muchos interrogantes sobre nuestra educación y juventud, por eso charlamos con Damián Melcer, licenciado en sociólogo y especialista en bullying.

“La segunda parte de estas actitudes son las que tenemos que empezar a abordar, este hecho es muy similar a los linchamientos. Hay que pensar que se les está ofreciendo a los jóvenes, a que mundo entran cuando terminan la escuela. Hay millones de jóvenes que no estudian ni trabajan. El rol de los docentes es enseñar a convivir entre los alumnos. Acá hay algo muy concreto se agrede a una chica porque era amiga de otra chica que era muy linda. Falta alguien que intervenga y ponga un límite ahí”.

 

“Lo que pasó en Junín es un acto barbárico. No hay dimensión del acto, de la posibilidad de matar. Las frustraciones se expresan de esta manera violenta. Estos episodios se van reiterando porque demuestran un colapso en el desarrollo en las relaciones entre las personas y las frustraciones se expresan de esta manera. Es un problema de cómo se organiza un país, es una mirada globalizante. La educación tiene que tener dos objetivos centrales, enseñar toda la vida y que el docente tiene que enseñar a la convivencia. La escuela está mostrando que está educando para un contexto social más agresiva y completamente desregulado en las condiciones de trabajo. Todo niño siempre es un proyecto potencial en algo, la escuela y la sociedad tienen que colaborar. A los padres las cosas se le van de las manos”.