“Córdoba hizo una declaración que a mí me sorprendió. Fue una declaración preliminar a lo que va a ser el desarrollo de la causa. En la enorme mayoría del tiempo describió como fue el trayecto desde Castelar, donde tomó el tren, hasta la estación de Once. Narra operativamente hasta Caballito como frenaba y después describió los últimos metros antes de la llegada. Fue de los momentos más duros de escuchar. Hemos escuchado varios momentos duros pero que Córdoba describiese esos últimos metros fue bastante difícil de atravesar. Cuenta que estaba llegando a la estación y que en un momento determinado el tren no reacciono a todos sus intentos por frenar, que vio que se acercaba a la cabeza del andén dos, que se agarró para soportar el golpe que presentía y que el tren no respondió a sus acciones técnicas para frenar, nos pidió que les creyésemos. A medida que declaraba sobre los últimos metros no podía para de imaginarme a Lucas, yo se que Lucas se quedó dormido donde estaba pero para mí fue muy shockeante. Declaro que todas las imputaciones que le habían hecho sobre su estado físico y de sueño no habían sucedido, el nunca había tenido ningún problema físico que le impidiese estar en todas sus funciones físicas. Dice que hizo un trabajo que si no estuviera en condiciones no podría haberlo hecho. Él no se auto incriminó en ningún momento bajo ningún concepto, el caso no está cerrado ni mucho menos”.
“Se leyó la declaraciones de Pedro Rainieri, que el cumplió con su función como jefe de mantenimiento de los talleres en Castelar, que los trenes estaban en condiciones y estaban en condiciones de realizar los viajes que hacían por día. Uno lo que está tratando de averiguar que fue todo lo que pasó. Si la justicia determina que fue Córdoba responsable de alguna manera acá no hubo una estructura que absorbiese ni la cuestión técnica ni la falla humana. Es tan revelador lo que dice Rainieri que nos indigna mucho escuchar eso. Creo que vamos a encontrar la verdad cuando termine este proceso. Hay mucho para desentrañar y mucho que ya se sabe. La operatoria es muy sencilla el Gobierno giraba dinero para subsidios que los Cirigliano derivaban en otras empresas. Había funcionarios le mandaban esa plata y debían encargarse de lo que hacían con esa plata y las denuncias de los usuarios por el servicio. Acá hubo gente que sabía lo que iba a pasar si la estructura no se modificaba y sin embargo no hicieron nada. Por estas cosas para nosotros es un estrago doloso no culposo porque ellos sabían lo que podía pasar y tuvieron el doble del monto necesario para sacarle la concesión a los Cirigliano y no lo hicieron”.