“La situación en Venezuela refleja una crisis política de características terminales porque dentro de todos los acontecimientos lo que ha quedado fuera de escena es que el derrumbe económico es absolutamente implacable. Este derrumbe involucra o afecta a 25 millones de venezolanos, sin importar el color político, y me refiero en particular a los trabajadores, que independientemente a lo que piensen, están afectados por la situación económica. Y en esta disputa con la oposición queda oculta si el gobierno tiene una salida de éste derrumbe, que por todos los antecedentes, se demuestra que no la tiene”. 

“Quiero dejar en claro que yo creo que efectivamente la oposición es de derecha y en sus finalidades son golpista. Estoy convencido. Lo discuten entre ellos; hay una divergencia entre una fracción que encabeza Capriles, candidato a la presidencia, y Leopoldo López, que ahora fue detenido, que consiste en esto: Capriles dice `tenemos que espera un poco, tenemos que esperar a que la situación se derrumbe más hasta que un sector importante, que apoyan al chavismo, se vengan para nuestro lado, y otros dicen que hay que ir ahora con todo para derrocar al gobierno. Ésta es una discusión explicita en la derecha, no es que la estoy deduciendo o tengo algún prejuicio”. 

“Han aparecido grupos paramilitares en la represión. Esto quiere decir que el régimen está en descomposición. Es decir que no controla sus propias fuerzas y que dentro de ella se está propiciando un golpe dada la incapacidad de resolver los problemas de fondo”. 
“En el fondo la oposición está buscando un golpe del chavismo porque no tiene facultades propias.”

“Yo como hombre de izquierda señalo que hay una crisis de un régimen muy grande y repudio cualquier tentativa golpista, porque pienso que los trabajadores deben superar al chavismo por sus propios medios y no por la acción golpista de una oposición de derecha, que si llegara al gobierno sería implacable en la represión. Esto es terminante. Es decir, por ahora, es demagogia democrática”.