“Estamos viendo una era donde lo gestual muchas veces es más importante que lo verbal, en estos eventos se calcula que un 7% importan las palabras, un 38% los tonos y 55% el lenguaje corporal”.

“Cristina Kirchner en ese sentido quiso demostrar desprecio por quien siente que la ha perseguido. Lo que demuestra también que ella le sigue hablando a ese 30% que fue decisivo para que ganen, para alinear junto con los gobernadores y conformar el frente”.

“La autenticidad también se calibra porque depende el contexto o el evento donde estas también tenés calibrar tu actitud corporal. Mauricio Macri entro un poco para su estilo en general con los tapones de punta, en el buen sentido con una sonrisa un poco forzada, ante un auditorio que claramente lo iba a abuchear y el propio Alberto Fernández y Sergio Massa hicieron que eso no sucediera. En el saludo con Cristina el pone la mano firme, Cristina también lo hace pero mirando a otro lado y en el micro gesto de la boca cuando ella comprime los labios ahí claramente se ve el desprecio efusivo”.

“El saludo entre Massa y Macri también fue hostil, en el momento que se dan la mano de una manera donde las caras marcan un micro gesto de parte de los dos como mirándose con un cierto rencor”.

“El saludo con Alberto fue sincero y afectuoso. Mauricio lo que tiene una costumbre de poner la mano sobre el hombro y Alberto le devolvió con una palmadita en la cara”.